Un año que se acaba y a su vez da
comienzo a otro...como la vida misma.
Intento hacer balance de mi 2011 e
intento buscar cosas buenas pero sin ánimo de ser demasiado
tremendista, este año en su totalidad, cuesta encontrar cosas o
momentos felices. Que por supuesto los ha habido pero...muy poquitos.
Un año con unas perspectivas bastante
interesantes a su comienzo pero sin hacer el menor caso derivó
mediante un Fouetté en tournant con su espectacular giro
incluido, en todo un fatídico año.
Dar
comienzo a las cosas es igual de difícil que darles un final. Porque
no siempre tenemos la suerte de que las cosas vengan envueltas en ese
halo de magia que nos gustaría y entonces tienes que poner todo tu
empeño y tu esfuerzo. Es por todos sabido que el fin de un buen
trabajo es la satisfacción para uno mismo y así debe de ser.
Todo
lo que podemos leer en el manifiesto lo sabemos ya y muchas cosas
sabemos que son más relativas que otras pero está bien tenerlo
siempre presente, gracias María.
Y como
soy Mediterránea y como dice Nimenos me gusta disfrutar del placer
del comer bien pero también a pesar de todo, la positividad danza
por mi cuerpo y mi mente así que os deseo que tengáis un buen año.
Os lo deseo de verdad.
Besos.